jueves, 2 de agosto de 2012

¡LA EMPRESA DE MIS SUEÑOS!



LA EMPRESA DE MIS SUEÑOS
       
Son las 20:00 horas del día miércoles y Jorge Cruzalegui; Gerente General de una Corporación que factura $10’000,000.00 por año; acaba de terminar el Comité de Gerencia de la semana. Iba conduciendo su auto Mercedes Benz por una gran avenida de la ciudad, el aire que entraba por la ventana del auto le refrescaba la cara pero no le quitaba del pensamiento la cantidad de problemas que se habían puesto en debate en el comité. Pensaba en lo que sería tener una empresa que funcionara como un reloj suizo. ¿Qué hacer para tener una empresa saludable y funcionando como un relojito, se preguntaba?. Al llegar a casa ni los besos y abrazos de su esposa e hijos le quitaron de la mente estos pensamientos.

Esa noche se acostó y a pesar del cansancio se quedo dormido pensando en los problemas y no pudo evitar tener un hermoso sueño que paso a narrarles a continuación: En su sueño Jorge se veía iniciando un nuevo día, llegaba al trabajo a primera hora de la mañana, entraba a la empresa y se encontraba con un ambiente alegre, estimulante y lleno de vitalidad. Todos le saludaban con cordialidad y con una sonrisa a flor de labios; que buen día tendré hoy pensó en  su interior.

Al hablar con los colaboradores acerca de las metas próximas y de los proyectos pendientes de culminación y los nuevos, sólo percibe entusiasmo y compromiso. El personal está ansioso por trabajar – atento con su visión y alineado con su estrategia - y comparte gustosamente las ideas.

Avanza el día, se pasea por la planta, las oficinas, los almacenes y ve como algunos de los empleados resuelven las posibles fallas y saben como impulsar las ventas y las ganancias. Bromean con usted y entre ellos, y su buen humor demuestra que disfrutan con su trabajo, que están a gusto con usted y que lo respetan. Le preguntan cosas que no saben o no entienden y sienten como su líder los acompaña al logro de los objetivos asignados a sus cargos.

A medida que avanza la jornada, ve como hablan por teléfono, se reúnen entre ellos, o trabajan en los computadores; en algún momento se acercan nuevamente a usted con ideas creativas o un pedido especial. Cada tarea se asume con carácter de urgencia.

Estos colaboradores diligentes están permanentemente en busca de métodos nuevos para mejorar la calidad de su producto o servicio, para despachar con mayor rápidez y eficiencia, y para desarrollar sus habilidades. Mientras algunos se ofrecen voluntariamente para asumir las responsabilidades, otros están dispuestos a prestar su ayuda a sus compañeros. Saben que en otro proyecto ellos pueden ser los responsables y necesitar apoyo de los mismos. Confían en que usted valora sus esfuerzos; escucha sus sugerencias y es suficientemente flexible para adaptarse a cada uno de ellos.

Las opiniones que se escuchan en todo el centro de trabajo son sinceras y absolutamente personales. No hay el ruido pasillo, no hay silencios sospechosos cuando los jefes pasan cerca; cómo tampoco memorándums o notas reservadas de carácter defensivo, o un malhumor hostil entre los empleados que reclaman un mayor presupuesto o atención. Todos se sienten escuchados y valorados por sus jefes inmediatos o no.

El habitual antagonismo entre compañeros de una misma área o de áreas diferentes, ha sido reemplazado por la participación en las responsabilidades y la idea de que todos trabajan juntos. El trabajo en equipo y la participación configuran la estructura de la compañía y no las anticuadas y rígidas escalas jerárquicas. La comunicación es fluida y la toma de decisiones es muy rápida; esto ha impactado últimamente en la entera satisfacción de los clientes.

Acaso lo más notorio en este nuevo ambiente sea el sentido de respeto y consideración. Desde los horarios más flexibles hasta los salarios adecuados y el compartir toda la información básica, la compañía muestra que se preocupa verdaderamente por el personal, y los empleados retribuyen esta confianza con lealtad.

Jorge se acaba de despertar y cual libertador quiere hacer realidad este sueño; sin duda le espera una gran tarea.



Manuel Ponce
@mponcepolanco 
                                                            




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